lunes, 26 de diciembre de 2011
Se dejaba llevar por ti
Ya no podría llevarle rosas rojas, en señal de que la amaba. Ya no podría contarle mis problemas, y lo mucho que la echaba de menos. Todo era una jodida mierda.En ese momento recordé como después de haber pasado casi seis meses en Londres, enamorados como locos, le dije que se viniera conmigo a España, a Barcelona. Ella simplemente sonrío, me besó y dijo:
-Sí así estoy a tu lado, movería la luna, el sol y el universo para poder verte y besarte cada día. Amarte como si no existiese un mañana.
Me tiré en un banco y encendí un cigarro. Tenía que conseguir irme a Londres de nuevo. Necesitaba ir con ella. Era mi respiración, mi mundo, era cada uno de los latidos de mi corazón.
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