Pero la muerte se suicida si me hipnotizas con tus pupilas. Gritame con los ojos,que se van a humedecer de felicidad.

miércoles, 4 de abril de 2012

La hora del café era su momento de reflexión


Mi alma bebe el café ardiendo para que así se le quemen las penas. Lleva la tristeza grabada en las costillas y se arranca el dolor de la piel a tiras. Por las noches delira y por las mañanas se imagina que amanece para no tener que subir la persiana y correr las cortinas.

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