te pedí que no me ataras, y empezaste con los nudos
Por encima de eso te recuerdo, que no hay dos sin tres y que a la tercera va la vencida, que no tropiezo dos veces con la misma piedra y que aprendo de mis errores, que quien no conoce la tormenta no va a apreciar la calma, que ya le pueden dar por el culo al refrán de a rey muerto rey puesto porque a ti no hay Dios que te sustituya, y más de lo mismo al de quien calla otorga, porque quien calla revienta, y yo no me guardo nada dentro.
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