Pero la muerte se suicida si me hipnotizas con tus pupilas. Gritame con los ojos,que se van a humedecer de felicidad.

martes, 16 de julio de 2013

En mis venas

Las casualidades no existen, o de eso me quería autoconvencer cuando te veía venir hacia mi con esa sonrisa tan tuya. Quiero pensar que en esta vida todo sucede por algo, que estamos destinados a vivir ciertas cosas, a tomar determinados caminos, y que no hay nada que podamos hacer para evitarlo. Yo no pude evitar enamorarme de ti. De eso hace ya unos cinco años y medio, en aquel parque del cuál no conocíamos ni el nombre, ni tan si quiera la dirección. Uno de los lugares que encontramos cuando decidimos pasear sin rumbo, como me llevabas tú... sin rumbo. Caí en una locura total al enamorarme de ti, y es que , que más daba el resto del mundo cuando yo ya tenía lo único que quería? Nada. Decidí tantos cambios en mi vida cuando te tenía a ti al lado, que a día de hoy me parecen estúpidos. Mi cama se me hacía tan grande cuando tú no estabas en el lado derecho, las 24 horas se me hacían eternas cuando no tenía noticias de ti, y todas las canciones me hacían llorar al recordarte. Luego llegó un momento en el que decidí que la vida es de uno mismo, que el tiempo de la guerra fría debía finalizar y que los dos bandos deberían marcharse cada uno para su país. Nunca volví a saber nada más de ti, a veces me preguntó si conseguiste ganar alguna batalla, si conseguiste ser el héroe al que siempre admirabas, o si solo eres el que me ayuda a componer cuando las trincheras de mi mente se hacen tan pequeñas que no puedo escapar. 



PD: Guerra fría somos tú y yo a cada lado del sofá fingiendo que no nos queremos, que nos damos igual, que no nos estamos mirando. Contigo la paz es imposible, siempre sacas a relucir un nuevo armamento. Sería inútil intentar firmar un pacto entre tú y yo.

PD2: Somos como soldados olvidados después de una guerra perdida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario