En el frío abismo de tu ausencia.
Solo voy a pedirte una última cosa: Si vas a recordarme, recuerda los besos, las caricias, los abrazos, todos y cada uno de los "te quiero". Recuerda también las tardes en la playa, los paseos por el parque y cada amanecer que vimos juntos. Recuerdame como el tipo gilipollas que se marchó aún amándote con todas sus fuerzas. Recuerdalo a pesar de esta putada. Este estúpido te recordará cada minuto, cada segundo de lo puta que va a ser su vida sin ti. Él recordará tu bonita sonrisa, tu larga melena, tus ojos color miel, tus manías, el olor de tu perfume y de tu champú, tu risa contagiosa y aquella forma en la que le hacías sentirse el más afortunado (por tenerte). Una vez más, perdónale, aunque no lo merezca. Aunque sea el más gilipollas y el más subnormal del mundo, te ama, como nunca ha amado a nadie.
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