Demuestra con cada palabra, con cada mirada, con cada sonrisa, e incluso con cada tontería. Es el que siempre tiene la palabra adecuada en el momento oportuno. Es el que te da sorpresas en momentos cruciales. Es el que consigue hacerte llorar riendo. Es el que no tiene miedo a decir lo que siente (y mucho menos a demostrarlo). Es el que lo merece todo, por encima de todos. Es el que está siempre (y más). Es él. Y con eso... os lo digo todo.
te quise a morir y me muero
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