Cuéntame del llover, de los días de mierda y cuchara,
de la rara podredumbre del querer, cuando no falta de nada
porque sé que el saber no sirvió para dañar tus labios,
y que te sobra todo lo que va después, de yo te quiero y yo, también.
Y mi costilla arrancada es nada, y cada trino quebrado es nada,
que fuimos somos y seremos nada.
de la rara podredumbre del querer, cuando no falta de nada
porque sé que el saber no sirvió para dañar tus labios,
y que te sobra todo lo que va después, de yo te quiero y yo, también.
Y mi costilla arrancada es nada, y cada trino quebrado es nada,
que fuimos somos y seremos nada.
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