Podríamos querernos de madrugada, al amanecer con desayuno en cama y así querernos hasta la noche. Podríamos querernos a cada segundo, minuto, a cada suspiro. Podríamos querernos mas cada primavera y también cada noche fría de invierno. Podríamos querernos tanto tú y yo...
-¿Que me dices, idiota?
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