Pero la muerte se suicida si me hipnotizas con tus pupilas. Gritame con los ojos,que se van a humedecer de felicidad.

lunes, 27 de agosto de 2012

déjalo estar y sonríe


Llevaba meses sin llevar a rastras esta sensación conmigo. La de escribir para llorar y llorar mientras escribo.Será que estamos a finales de Agosto y se acerca Septiembre. Y, perdonad que os diga, que todo el mundo sabe que significa este mes de inicios y comienzos y que, si aún no lo sabéis, es porque estoy tratando con ignorantes. Septiembre significa recaídas y eso es algo, de lo que peco yo y pecamos todos.De promesas rotas, de sueños estrellados. De idas y venidas. De cambios y fallos. Me encierro en mí misma y no salgo. Y vuelvo a experimentar esa tan amarga y sin embargo dulce sensación de dolor. Ese dolor que al final resulta una maravilla.De acurrucarme, con las rodillas pegadas al pecho y los brazos rodeándolas.Y las lágrimas cayendo, y yo sin preocuparme por probar a ver si saben saladas. De arranques repentinos de marcharme sin despedirme y que se pregunten que qué rumbo está tomando mi vida. Sonreír mientras tanto, mientras que me imagino que soy libro. Y libre, libre también. Que yo soy mi única opresora y estas cadenas que llevo me las he puesto yo misma. Mi mente, la muy hija de puta que es una paranoica al igual que mis heridas que jamás son físicas.
Y joder, que empieza Septiembre y yo estoy volviendo a ver a la muerte en cada esquina.

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